Palabra de Dios, nada más

“Bienaventurado el hombre que no anda según el consejo de los impíos ni sedetiene en el camino de los pecadores ni se sienta en la silla de los burladores. Más bien, en la ley del SEÑOR está su delicia, y en ella medita de día y denoche.” Salmos 1:1-2 (RVA-2015)

Hace algunos años, un hermano en Cristo con el que me estaba reuniendo regularmente me puso al corriente de los escritos de los puritanos. Hasta ese momento, siempre tuve una noción preconcebida de que los puritanos eran estas personas súper moralistas 'más santas que tú' que vivían a la altura de un estándar que yo nunca podría cumplir en esta época y probablemente escribieron de maneras que no sería relevante en los tiempos modernos. Lo que descubrí fue que escribieron sobre temas que eran y son muy relevantes y escribieron de una manera muy práctica. También fue clara y rápidamenteobvio para mí que algo faltaba en sus escritos que está demasiado presente enmuchos de los escritos cristianos de hoy.

No hubo influencia de las ciencias sociales; psicología, sociología y antropología. 

En el sermón de Paul Washer, Diez acusaciones contra la iglesia moderna, el Sr. Washer dijo esto: 

"¿Es la Biblia suficiente o tenemos que incorporar todo lo que es conocido como estudios culturales y estudios de ciencias sociales para saber cómo dirigir una iglesia? ¡Ésa es la pregunta principal! Las ciencias sociales, en mi opinión, han tenido prioridad sobre la Palabra de Dios de tal manera que la mayoría de nosotros ni siquiera podemos verlo. Se ha infiltrado tanto en nuestra iglesia, nuestro evangelismo y nuestra misiología que ya casi no se puede llamar “cristiano” a lo que estamos haciendo. La psicología, la antropología y la sociología se han convertido en las principales influencias en las iglesias ". 

En el versículo principal del Salmo 1, la mayoría de versiones en español contiene la frase "andar en consejo". Es decir, aquel que NO se basa en la sabiduría moderna del mundo, pero cuyo deleite está en la ley del Señor, es bendito. En otras palabras, se enfocan completamente en lo que dice la palabra de Dios. 

La Palabra de Dios es el fundamento. No debemos agregarle ni quitarle. (Deuteronomio 4: 2; Apocalipsis 2

Paul Washer dice además: 

"¿Qué tiene que ver Jerusalén con Roma? ¿Y qué tenemos que ver con todas estas ciencias sociales modernas que en realidad fueron creadas como una protesta contra la Palabra de Dios?¿Y por qué el evangelismo, las misiones y el llamado "crecimiento de la iglesia" están más moldeados por el antropólogo, el sociólogo y el estudiante de Wall Street que están al tanto de todas las tendencias culturales? Toda actividad en nuestras iglesias debe estar basadaen la Palabra de Dios. Toda actividad en las misiones debe basarse en laPalabra de Dios ". 

2 Timoteo 3: 16-17 nos dice que la escritura es suficiente: 

”Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” 

En el versículo 17 dice que el hombre de Dios estaría COMPLETAMENTE equipado para toda buena obra, no parcialmente equipado. No hay nada en las Escrituras que indique que debamos depender de cualquier otra cosa para estar completamente equipados. 

Ahora, algunos pueden argumentar que las ciencias sociales han sido un gran beneficio para nosotros y nos han ayudado a comprender el comportamiento humano. Puede que sea cierto, pero también han sido desastrosas de muchas otras formas. Han normalizado comportamientos que incluso hace unas décadas se habrían definido correctamente como desviados. Muchos cristianos hoy en día están confundidos por estos temas porque hemos estado escuchando a los 'expertos'. 

Ahí reside el mayor peligro; ¿Cuál es el estándar objetivo que podemos utilizar para juzgar si las ciencias sociales son un verdadero beneficio o un desastre?

La respuesta es que no hay ninguno. Simplemente estamos haciendo lo que se siente mejor. Como en el tiempo de los jueces de Israel: 

"En aquellos días Israel no tenía rey; cada uno hacía lo que le parecía". 

Jueces 17: 6; 21:25

Aquellos de nosotros que nos llamamos seguidores de Cristo haríamos bien en prestar atención a las palabras de Jeremías: 

"Engañoso es el corazón más que todas las cosas y más allá de toda cura. ¿Quién lo entenderá?" Jeremías 17: 9

La palabra de Dios nunca ha cambiado. La naturaleza humana no ha cambiado. La palabra de Dios que era completamente relevante cuando Moisés escribió los primeros cinco libros del Antiguo Testamento es tan relevante hoy como lo fue cuando los escribió. 

Para tomar prestada una expresión; "Difícilmente se puede balancear a un gato muerto en cualquier dirección sin chocar con el campanario de una iglesia". Con tantas iglesias alrededor que afirman levantar el nombre de Cristo y predicar el evangelio, ¿por qué es legal el aborto en los Estados Unidos? ¿Por qué sancionar las relaciones entre personas del mismo sexo y la confusión de género?

No estamos teniendo mucho impacto en nuestra cultura. 

Creo firmemente que es porque hemos perdido la bendición que podría moshaber tenido si nuestro deleite completo estuviera en la Palabra del Señor y meditáramos en eso en lugar del consejo impío de las ciencias sociales y las tendencias culturales modernas. Confiar en la sabiduría mundana ha producido un dualismo que, en el mejor de los casos, ha enturbiado el agua, provocando una gran confusión. En el peor de los casos, nos ha convertido en una iglesia completamente herética. 

Muchos están orando y creyendo que necesitamos avivamiento. Estoy de acuerdo. Necesitamos avivamiento. Pero antes de que pueda haber un verdadero avivamiento, debemos tener una reforma. Necesitamos un reinicio completo a las claras enseñanzas apostólicas del evangelio. Eso significa deshacernos de la sabiduría mundana que se ha infiltrado y penetrado en la iglesia y establecer la Palabra de Dios como el fundamento firme sobre el cual edificamos nuestras doctrinas y nuestras vidas. 

Entonces y solo entonces podremos estar a la altura de nuestro verdadero llamado como la iglesia de Jesucristo y realmente tener un impacto.